Mi nombre es Carolina Araya Cortés, tengo 40 años y vivo en Iquique – Chile. Cuando inicié este cambio de estilo de vida, fue única y exclusivamente por querer bajar de peso.

Soy casada y con mi esposo desde el año 2016 que buscábamos ser padres, pero por alguna razón eso no pasaba. Cuando nos casamos legalmente el 2018 milagrosamente en mi luna de miel quede embarazada; ahí todo el mundo opinaba: “viste? te tenías que relajar, eso no más era”

Pero, a las 8 semanas después, tuve un aborto espontáneo. Ahí vinieron un montón de exámenes y visitas a doctores tanto en Iquique como en Santiago, cuyo diagnóstico final fue un mioma del porte de una pelota de ping-pong y SOP.

Seguimos luchando y nuevamente quedé embarazada, y nuevamente pérdida, pero esta vez fue con un legrado, porque quedaron restos embrionarios y obviamente el procedimiento fue más invasivo. Por ende, la recuperación emocional costó un poquito más.

Enero del 2019, nuevamente embarazada. Ya este embarazo era lleno de miedos e inseguridades, rezando mucho y ya casi sin ilusionarme con la maternidad. A las 10 semanas detectan que es un embarazo ectópico, nuevamente a pabellón, pero ahora salí con una trompa menos.

Pasaron los meses y con mi esposo decidimos irnos a Santiago, averiguamos por las clínicas de fertilidad y terminé en la IVI.  Ya el solo hecho de contar tu historial te lleva a un estado emocional de baja frecuencia, pero bueno, ahí estábamos con toda la Fe o por último, que a ciencia cierta, nos dijeran qué pasaba y así no seguir con la esperanza de ser padres.

Estuve de mayo hasta agosto en Santiago, donde iniciamos el tratamiento de FIV. Tampoco fue fácil, la primera estimulación ovárica no resultó. El doctor nos dio explicaciones y me dio otros remedios, full inyecciones y fuimos por la segunda estimulación.

Ahí lograron sacar 8 óvulos, pero solo 5 resistieron. Según el médico, ya la cantidad extraída era poca, y eso era producto de la calidad de mis óvulos que no era buena, además que en el resultado del espermiograma, salió que la movilidad de los espermios era lenta. Seguimos todas las indicacione; ya estábamos en eso. Nos sugieren enviar nuestros huevitos a estudio genético a EEUU.

El resultado fue que de los 5, solo 2 se podían implantar ya que venían los otros con falla cromosómica y no eran viables, “vamos por esos dos 💪 dijimos. En ese minuto el doctor sugiere implantarlos inmediatamente, así que era todo o nada.  Ya a esa altura mis rezos y oraciones eran por mil, hasta novena a la virgen de la leche realicé.  Todos los días me dirigía a la iglesia de la Divina Providencia. Seguimos con el proceso de preparar mi útero y endometrio para llegar al día indicado de proceder a la implantación. Llegó el día y ahora a esperar los benditos 14 días para saber si estaba embarazada. Finalmente toda la ilusión nuevamente se acabó, el tratamiento no resultó.

Corría agosto 2019, con tanta hormona y con un estado emocional pésimo, subí de peso que no me di ni cuenta. Mido 1.60 m y estaba en 71.9 kg. Mi peso generalmente era entre 58 y a lo más 60.

Todo el proceso de maternidad estaba quedando atrás, ya aceptando que esto no era para nosotros y que debíamos seguir disfrutando de la vida y de nuestro matrimonio, que por suerte, nos amamos y nos llevamos sumamente bien. Así que nuestras prioridades fueron cambiando, buscando nuevos proyectos, nuevos destinos para viajar, que es algo que nos encanta (ya hemos recorrido 9 países juntos).

En diciembre del 2019 leí el testimonio #36 de lowcarbchile.com. Ella es mi cuñada y obviamente había visto su cambio de manera paulatina y su nuevo estilo de vida. Así que llegó enero del 2020 y le dije “Isa, quiero seguir tu estilo de alimentación”. Ahí ella me contactó con @manoso_iqq quien me orientó y guió para seguir con este estilo de vida.

Aún recuerdo cuando me pregunta “¿cuáles son tus enfermedades?”, ahí pensando dije “acné, SOP, depresión por las pérdidas ocurridas, y sobrepeso”. Recuerdo haberle dicho que quería bajar de peso y listo ingresé al grupo y motivada comencé.

Una vez iniciado el nuevo estilo de alimentación, lo primero que me di cuenta fue que me deshinché a las semanas. Luego, noté que mi cutis no era graso, pensé que debió ser por toda la cantidad de agua que tomaba. Ya era marzo y mi estado de ánimo mejoraba considerablemente tanto así que la misma psiquiatra decidió bajarme la dosis de Prozac (antidepresivo). Yo ya veía los cambios en mi cuerpo.

Finalmente en 8 meses llegué al peso que me acomoda 59.7 kg, y lo mejor: sin pasar hambre como todas las dietas. Estaba feliz. Ya no me sentía cansada, ni me daba sueño a media tarde y en las noches lograba dormir como tronco. Hasta mis reglas eran mas suaves (ya sin tanto dolor).

En agosto fue mi última menstruación, se nos acercaban las fiestas patrias y mi periodo no me llegaba. Lo primero que pensé fue que la bajada de peso me provocó un desorden hormonal, por lo mismo no me preocupé. Decidí ir al ginecólogo y sorpresa: estaba de 10 semanas de embarazo!

Escribo esto con 20 semanas de gestación y estamos súper contentos como familia esperando la llegada de nuestro hijo Borja León.

10 de Mayo 2021: ACTUALIZACIÓN

Borja nació con 53 centrímetros y 3.940 kg de peso y totalmente sano!

7 comentarios en «T#41: estaba de 10 semanas de embarazo!»
  1. Primita como me emociona leer tus historia, bueno yo sé como lo has pasado con tu esposo y ahora estoy feliz por ustedes…

  2. Realmente emocionada con tu historia Carito sin duda nunca nos imaginamos lo que las personas pasan solo vemos su sonrisa y pensamos que todo está bien estoy maravillada con tu testimonio Borjita es tu bebé arcoiris un milagro de vida que llega a llenar aún más de felicidad tus días deseo que este universo siempre conspire a tu favor muchas bendiciones y cariños.

  3. Qué historia más linda. Conozco de cerca lo que es el proceso FIV, lo desgastante emocionalmente, además de costoso. Qué Siga todo bien con tu embarazo 🤰🌷

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