La alimentación en los deportistas es fundamental para el desarrollo físico y psicológico. Hay muchos tabús de como se deberían alimentar, algunas dicen que es fundamental es el consumo excesivo de carne, otros de carbohidratos, otros que se van más por los vegetales y granos, y otros deciden mezclar todo para hacer lo que se conoce popularmente como “alimentación balanceada”. Pero ¿Qué es lo mejor?
Debido a este gran dilema que lleva mucho tiempo de discusión, yo a mis 17 años decidí arriesgarme y optar por un cambio. Decidí salir de los estándares impuestos e innovar en lo que comía, aquí es cuando decido volverme low carb. Todo esto no lo empecé sola, sino con apoyo y ayuda de mi familia, pero principalmente de mi mamá, que había cambiado hace algunos meses su alimentación a Cetogénica.
Para ponerlos un poco en contexto, yo realizo deporte desde muy pequeña, por lo que entenderán que el deporte y el bienestar físico siempre han sido parte de mi vida. Debido a esto e hecho más de 10 deportes a lo largo de mi vida y de todo tipo, desde el más suave como yoga hasta el más bruto como lo es el rugby (que es el que hago actualmente y adoro). Físicamente soy de contextura muy delgada y de estatura pequeña (mido 1,55m), por lo que al empezar a jugar rugby lo primero que me dijeron era que necesitaba pesar más ¿Para qué? Para así poder tener más fuerza al momento de jugar y no me causaran tanto daño otras jugadoras y la forma que me dijeron que lo haga era comiendo mucho, muy seguido y carbohidratos, llegué a pesar comiendo así 48 kilos y la verdad es que no me ayudaba nada. Para guiarlos un poco, en rugby hay distintas modalidades de juego, una de ellas es de seven con siete jugadores en cancha con una duración total del partido de 14 minutos, o sea 7 minutos por lado (esta modalidad juego). Lo que pasaba con esto es que me sentía tan mal que no podía correr porque me pesaba el cuerpo y no lograba durar más de un tiempo de juego (7 minutos), quedaba sentada en banca intentando recuperar el aliento. Todo esto me hacia sentir muy mal, había aumentado el peso que me pidieron, pero no estaba rindiendo en los partidos, por lo que no me servía de nada.
Con el pasar del tiempo seguí comiendo así, pensado que tal vez todo eso pasaba por falta de entrenamiento, entonces aquí es donde decido empezar a ir al gimnasio para sacar fuerza y aumentar mi masa muscular (la verdad es que no notaba ningún resultado), a esta altura mi mamá ya había empezado con su cambio de alimentación keto y me propone cambiar la mía, accedí pero para mí mala suerte lo hice en la semana de los partidos y tuve casi todos los síntomas de keto flu, a pesar de esto me gustó y seguí comiendo así.
De ese momento hasta ahora han pasado 5 meses, peso 46 kg y ahora todo es distinto, cosas que antes no podía hacer ahora hago con mucha facilidad y hasta más rápido que mis compañeras que llevan años en el equipo y jugando rugby, aumenté mi masa muscular y tonifique todo el cuerpo, además mi resistencia también lo hizo, no termino exhausta después de hacer mis rutinas y lo mejor de todo es que gracias a este cambio de alimentación mi motivación, estado de ánimo y ganas de hacer cosas han mejorado, ahora puedo entrenar sola sin problemas y con las mismas ganas con las que lo haría con mi equipo, hubo meses en los que tenía que entrenar dos veces al días más de un día y estaba con la energía por las nubes, es como tener energía ilimitada, para mi volverme low carb me cambió completamente la vida y ahora solo estoy esperando volver a las canchas para poder ver como estoy y cuanto e mejorado, para poder comprobar si ahora puedo jugar los 14 minutos completos de un partido.
Sofia Jara Sepúlveda, 18 años.
Arica, Chile